Mary Jung: Amar el café
“Mi tía le había insistido mucho a mi papá para que vinieran a Paraguay, ella ya vivía acá. A mis padres les gustó mucho porque el costo de vida era menor, podrían pasar más tiempos con nosotras, porque la verdad era que no los veíamos mucho. De mi niñez, no tengo muchos recuerdos con ellos, todo el tiempo trabajaban”, explica Jung.
“Ahí fue cuando tenía que tomar la decisión de qué hacer con mi vida. Ya había cambiado dos veces de carrera en cinco años, porque lo mío iba por el desgaste físico. Soy muy hiperactiva y como mi sueño en realidad siempre fue dedicarme a la gastronomía —algo que en algún momento haré con un restaurante de comida coreana— me decidí por el café”, expresa.
“Me dejó devastada. Yo planeaba todo con mi mamá, era ella la que me iba ayudar con la cafetería, no mi hermana. Me quedé desorientada, porque ella era mi sostén y mi guía. No sabía qué hacer con mi vida, si seguir los planes o qué hacer, así que decidí hacer mi duelo. Viajé unas semanas para ver si se me aclaraban las ideas, y allí, una taza a la vez, fui sanando de a poco”, recuerda.
De esa experiencia nace la frase con la cual se identifica a Mary’s Coffee House, su cafetería: “El café es un bálsamo para el alma y el espíritu”. Una bebida que reconforta y anima, alienta en los peores momentos.
El siguiente desafío fue: ¿Cómo transmitir toda esa información del café? Para diciembre del 2015, Mary empezó a brindar cursos de barismo básico, y ahora, tres años después y con su primera sucursal abierta, se proyecta llevar los cursos a otros puntos del país. Ya empezaron en Ciudad del Este, y les seguirá Encarnación.
“El café en su estado natural o en una tostión adecuada tiene más beneficios para el cuerpo, pero torrado o con malas tostiones te genera gastritis, presión alta, y por tomarlo hirviendo, el cuerpo sufre otros problemas digestivos”, detalla Mary.
Todo esto se descubrió por medio de investigaciones científicas. Así fue como el mercado de café de especialidad nacía a comienzos del 2000 en Asia y Europa. En Asia fue donde más creció de golpe, expansión que recibió el nombre de la segunda ola de café. Anterior a esto, en otros países se tomaba mucho el café soluble o 3 en 1, un paquete pequeño que contiene café, azúcar y crema o leche.
“En Latinoamérica estamos en la tercera ola, recién implementando, conociendo el café en grano, de especialidad”, señala Mary. “Cada infusión tiene su temperatura, su tiempo de extracción. Así como el té que, dependiendo de la variedad —negro, verde, etc.— también varía el tiempo de infusión de las hojas. Pasa lo mismo con el café. Si respetamos sus procesos, podemos disfrutar mejor de él”, indica.
Pese a su corta trayectoria, Mary’s Coffee House se ha ganado el respaldo internacional. En el 2017 y 2018, recibió el Business Management Awards en Colombia, en ambas oportunidades por su gestión empresarial. Además, en el 2017 también recibió la Orden al Mérito Hernando Franco Obregónpor el apoyo y promoción internacional al café del municipio de Santander, por la marca Montebrujas, que importan al país.
En agosto de 2016, en la primera edición del Asu Coffee Fest (uno de los pocos eventos enfocados al café en Latinoamérica), Mary´s Coffee trajo al barista campeón de Colombia, Mauricio Romero. Ese año también trajeron al campeón mundial de latte art de Australia. “Queríamos demostrarle, no solo a Paraguay, sino a toda Latinoamérica, que el mercado de Paraguay por más que sea chico, es de calidad y tiene potencial para crecer”, asegura.
En esta oportunidad, la casa trae al campeón mundial delatte art 2017, directamente de Tailandia, quien desarrollará un workshop al cual “vienen participantes, baristas de Perú y de Argentina. Queremos que Paraguay se haga conocido y que nos tengan de referencia cuando vayamos a otro lugar. Queremos crecer y hacer bien el trabajo, por eso invertimos en traer estas experiencias”, explica Mary.
¿Lo más gratificante de todo esto? Claro, además de hacer lo que le gusta. “Que la gente pueda disfrutar de un buen café, y sepa reconocerlo. Que lleven los granos, experimenten en sus casas y vuelvan con ganas de probar diferentes recetas, distintas cafeteras. Si probas algo de calidad, no vas a poder retroceder. Eso pasa con el café. La satisfacción que siento como barista es que se les despierte la curiosidad por el buen café”.
“Lleva más atención y trabajo, hacerlo de la manera correcta, pero te va cambiar totalmente el sabor del café”, anima Jung, quien deja estos consejos:
- Es mejor comprar en granos, ya que moliendo cada vez que se va tomar, el café se puede guardar hasta un mes. Para eso vas a necesitar un molinillo.
- En el caso del café que se compra ya molido, se recomienda tomar en 15 días para que no pierda sus atributos.
- Al comprar café y pedir que lo muelan, se debe pedir acorde a la cafetera que se tiene en casa: eléctrica, moka, etc.
- Mientras más fresco comprás, más disfrutás de sus atributos. El café no puede pasar de un mes. No hay que tenerlo guardado eternamente.
- El café ya abierto se debe guardar en un recipiente hermético al que no le llegue sol. No se guarda en la heladera, porque absorbe todos los olores.
- Si se toma cortado o con leche, no se hierve la leche. Apenas salen las burbujitas ya está listo (60 o 65 grados).
- No recalentar el café porque el PH varía, ya que es alcalino. Preparar justo lo que se va tomar, para evitarlo.
- El café bien hecho no necesita azúcar, porque resalta sus notas naturales.