Salió positivo y el mundo cambió. Los padres primerizos tienden a plantearse miles de cuestiones referentes al cambio de vida que les espera con la llegada del nuevo integrante de la familia. ¡Tranquilos! Nada es lo que parece (ni como te cuentan).
Texto: Nora Vega
La economía
Los padres primerizos tienen muchas dudas en cuanto al cambio de vida que les espera con la llegada del bebé, sobre todo en lo que refiere al factor económico. La frase “Cada niño viene con el pan debajo del brazo” entra en polémica en esta situación. La planificación es primordial desde el primer momento.
La alegría se desborda antes del nacimiento y las compras también. Luego llega el momento de empezar a buscar guarderías y después el colegio. “Es algo que nunca para”, te dirán algunos. Y es verdad. Por eso, lo mejor es abrir, lo antes posible, una cuenta de ahorros especialmente para tu hijo. Esto te permitirá tener un colchón de seguridad para casos de emergencia e imprevistos.
La salud
Es normal que una se sienta agobiada respecto a la salud del bebé. No te sientas mal si querés ir a consultar con tu doctor más de una vez. Lo típico es mirar en la ecografía que estén todos los deditos. El apoyo del papá es incalculable en cada control. Transitar juntos desde el inicio es ideal para lograr un embarazo tranquilo. Después de todo, ser padres es un trabajo en equipo.
¿Se hace algún daño a la mujer o al bebé durante las relaciones sexuales? Esta es una de las consultas más realizadas a los doctores. Durante el embarazo, las hormonas están alteradas y el deseo sexual suele aumentar, especialmente durante los primeros meses. Salvo que el doctor indique lo contrario, el sexo es bueno durante el embarazo y no hay por qué preocuparse.
El parto
Algunas mujeres son muy relajadas referente a este tema, mientras otras se sienten abrumadas desde el vamos. ¿Voy a poder? ¿Me va a doler? ¿Puedo elegir cesárea? ¿Cómo es el parto en agua? Todas las dudas pueden ser reveladas en grupos de apoyo o en las consultas con el ginecólogo. Lo importante es estar informados de los beneficios y las consecuencias de cada método. Este es un tema delicado y no todos los casos son iguales.
El sostén de la madre, la suegra y la amiga son muy importantes durante todo el proceso, y ni qué decir el del papá. Evidentemente, los futuros papás no van a vivir la experiencia como sus mujeres, pero el hecho de sentirse parte es esencial en todo momento. El papá no es solamente un espectador, es también el protagonista y su papel ha cambiado bastante en los últimos años. Las clases de preparación para el parto son perfectas para ayudar a ambos.
El cuidado del bebé
Tenés que estar preparada porque aunque leas miles de libros, las mujeres con másters y doctorados en maternidad te van a rodear. Estamos hablando de las tías y amigas que tienen más de un hijo. Tranquila, relájate y escuchá sus consejos, algo bueno vas a sacar, y si la manera en la que hacés las cosas es diferente y te funciona, adelante. Nadie más que vos conocerá mejor a tu bebé y cada niño es único.
Algunas madres se sienten exhaustas porque toda la carga del cuidado del hijo está sobre ellas. La ayuda de toda la familia durante los primeros meses es fundamental. Mientras te relajás con un buen baño, papá puede cuidar al bebé, además de ser parte de las tareas diarias como cambiarle el pañal, entretenerlo, bañarlo, etc. No hay que tener miedo a decir, ¡no puedo más! Unos minutos a solas puede ser clave para cambiar el panorama.
Cosas que me hubiese gustado saber antes de ser mamá
No vas a pasar a un segundo plano. Un hijo cambia la vida, es verdad, pero para mejor. No se terminan las salidas en pareja, las noches de Netflix, ni las vacaciones. De a poco todo se va a acomodando para disfrutar de esta nueva etapa. A lo mejor algunas cosas van a ser diferentes, pero vas a ver que cuando esa diminuta persona te sonría, vas a olvidarte de todo.
El momento del susto. El verdadero pánico no se da cuando llega la hora del parto sino cuando te dan de alta. Tu esposo y vos van a salir de ese lugar en el que profesionales te ayudaban a cambiar al bebé, en donde están protegidos, cuidados y con la adrenalina a flor de piel, para ir a la casa. Solos. Ahí es cuando empieza todo realmente.
Nadie se muere de sobredosis de leche. Si querés dar de mamar a demanda, no pasa nada. La lactancia es entrega total de la madre al hijo. Dale de mamar cuando quieras y donde quieras. Al principio, para algunas mujeres es muy difícil, para otras no, pero en ambos casos descubren que la teta es el mejor aliado que puede tener una mamá. No escuches a los demás, tu hijo no va a mamar hasta que tenga 15 años. Lo importante es que quieras. Si no querés tampoco pasa nada. Tu hijo va a crecer igual de sano y fuerte.
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